TRADUCTOR TRASLATOR TRADUCTEUR TRADUTOR 譯者

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified
ABCD

lunes, 15 de junio de 2020

ESCUELA Y POSMODERNIDAD


Fare Suàrez Sarmiento 
Cualquiera podría pensar que el repentino vórtice de didácticas y metodologías para ganarle al covid 19 constituiría el salvoconducto para entrar al siglo XXI, XXII? sin importar el tiempo transcurrido. Los especialistas y expertos en educación han sido muy generosos con su tiempo y con la gratuidad de las conferencias emitidas por las redes sociales. También el Ministerio de Educación Nacional ha brindado sus aportes en este sentido, junto con algunos sindicatos y círculos pedagógicos. Parte de la tarea aún se halla en desarrollo, la escuela hace lo posible por sostener el contacto académico con las familias, no obstante los muros continúan inexpugnables, esos que no le dan tregua a la pobreza para que los escale. 
Muchos creemos que la infodemia (mal intencionada o no) generada por la crisis, servirá de caldo de cultivo para activar la inteligencia virtual del maestro y con ella la inclusión de novedades en sus recetarios de acciones pedagógicas. En realidad la escuela no necesita erigir sobre las miles de inminentes tumbas una pirámide cargada con los dispositivos añorados por la sociedad para que el siglo XXI le abra sus puertas: las tesis de Freire, las teorías críticas de Apple, Giroux, Mockus, Marcos Raúl Mejía y muchos otros, sólo esperan que la escuela colombiana libere las cadenas de la colonización académica y empiece a paliar su mentalidad catequizadora para entrar a fumigar y arrancar de la rutina las costras de un pasado abrazado a Comenio, a Montessori y hasta el padre Gaspar Astete. La desintoxicación de la monotonía pedagógica es uno de los requisitos para que la ciencia y la cultura obtengan el permiso social, la familia tendrá la obligación moral de volver a creer y tal vez participe del nuevo aliento de desarrollo que ha de incorporarse a la educación: la comunidad de aprendizaje. 
Mientras la escuela derriba los muros de contención que la han mantenido secuestrada, una insurgencia infantil y juvenil se podría declarar en ayuno académico. Recordemos que el hastío sembrado sobre “más de lo mismo” golpea bien fuerte a los niños y jóvenes. Si toda la inspiración eufórica deviniera en realizaciones, o por lo menos, en proyectos de fácil asimilación de los alumnos; si los regaños y consejos de Zubirìa, si los talleres del doctor Montoya, los Foros Renata, las charlas con maestros de Alarcón, entre un montón de posibilidades pedagógicas, no alcanzan para sufragar presuntos vacíos; si la escuela ya comenzó a vencer los miedos a pesar de las necesidades técnicas y de la nesciencia del maestro, podemos aferrarnos a la esperanza de sentarnos en las primeras filas de la posmodernidad; pero si persiste en acentuar su sisbenizaciòn pedagógica, no habrá maneras de redimirla de su claudicación como entidad sociológica fundada sobre principios que han de fomentarse en las nuevas generaciones para alcanzar la ciudadanía. 
Vale la pena, separar los debates sobre educación, aunque la conexión entre las partes es dialéctica e indisoluble. Hay que insistir que el maestro no hace ningún abono conceptual a la estructura del sistema, tampoco determina las normas que legalizan e imponen el currículo con los pilares que lo definen: estándares, competencias y evaluación; sin embargo el estar excluido de todo el aparato educativo, no lo exime de la responsabilidad que le asiste en –basado en la autonomía institucional y la presunta libertad de cátedra- decidir sobre la relevancia y pertinencia de los mandatos curriculares y así, llegar a ser propietario de un discurso y constructor de un auténtico pensamiento crítico. 
Los otros obstáculos que frenan el ingreso a la posmodernidad son: el consejo directivo cuando opera como un fantasma sin proponer nuevas miradas, otras formas de avanzar en los procesos de aprendizaje; el consejo académico que exhibe su obsecuencia normativa en lugar de debatir y definir las rutas para alcanzar los fines de la educación, sustancia clave recuperable de la Ley General; después surgen las comisiones de evaluación y promoción (juntas?), conformadas, más para cumplir con lo dispuesto en la legislación que por la convicción de la necesidad de un camino confiable y así percatarse de qué tan lejos o qué tan cerca estuvo la escuela de la realización de sus sueños. 

Nos hemos quedado degustando la nostalgia, retrotopìa que traduce el pasado en un fenómeno clásico que se resiste a envejecer. Cada vez más exaltamos la añoranza por la creencia heredada de que la vieja generación transfirió valores que los milènicos han pervertido o no han luchado por su preservación. Las leyes del mercado los devoraron. La cuestión es cuál ha sido el impacto en la escuela. Cuáles temas de agobio a la sociedad son objeto de análisis, Por qué la escuela no debate acerca de los peligros del mundo hobessiano descrito por Rubén Blades en su disco Tiburón. Confiamos en la natural longanimidad del maestro para enfrentar, vencer y cooperar con la escuela en el propósito de saltar el muro del rezagamiento histórico de la educación. Aprovechemos este cuarto de hora efervescente en el que la ocupación social se centra y concentra sólo en la educación y en la salud para propiciar un acercamiento solidario con las familias, antes de que lleguen los múltiples opios del pueblo y la atención sobre la escuela se desvíe o se sepulte. Tal vez, si lográramos cultivar más y mejor las relaciones con las familias, tendríamos una fuerza adicional dispuesta y disponible a luchar por una educación realmente digna y desisbanizada para los hijos. Tengamos presente que las puertas del siglo XXII permanecerán cerradas si la escuela continúa observando el tamaño del muro en lugar de reconocerse como factor activo en el siglo XXI, dueña de una historia, cuyo propósito es poner en contacto el mundo con la escuela, definición muy cercana al concepto de enseñar

No hay comentarios:

Publicar un comentario